Extraña Infancia. Figuraciones y fabulaciones de los niños en el arte en Costa Rica. Exposición en el Museo de Arte Costarricense.
Extraña Infancia
Figuraciones y fabulaciones de los niños en el arte en Costa Rica
Exposición colectiva.
Fecha de inauguración:
16 de marzo del 2019.
Fecha de cierre:
21 de julio del 2019.

Desde el siglo XIX y hasta el siglo XXI en Costa Rica, se han producido y han circulado distintas representaciones artísticas del niño: la imagen votiva del Divino Niño, el retrato aristocrático, la representación romántica de la pobreza y la orfandad, la infancia campesina como retrato de la nación, la infancia educada como símbolo de civilidad, entre muchas otras.

Todas estas representaciones constituyen fabulaciones sobre la infancia que poco o nada dicen en el fondo sobre ella, pero que, por el contrario, nos hablan de cómo y para qué la entendemos y la representamos. Detrás de la imagen de la infancia se esconde siempre algo más: la representación de lo divino, de clases sociales o el poder familiar; la representación idílica de la sociedad agrícola; de los ideales de la República y del ciudadano. Muchas de estas figuraciones obedecieron a encargos religiosos, familiares o editoriales que definieron no solo la finalidad, sino la manera en que los niños fueron representados.

En el siglo XX e inicio del siglo XXI, muchos artistas han abordado de manera espontánea la figura infantil a través de retratos de sus hijos y otros niños, ya no por encargo sino como sujetos de un libre ejercicio expresivo. Algunas de estas obras exploran justamente la naturaleza de la infancia frente a la imagen simbólica que de ella fabricamos, y nos confrontan a la infancia libre, salvaje, y algunas veces, oscura.

En esta exposición, el Museo de Arte Costarricense presenta un guion temático que se ofrece como un recorrido por distintas funciones simbólicas, sociales e ideológicas que cumple la figura del niño en el arte en Costa Rica. Todas estas funciones y representaciones relevan de concepciones artificiales o distorsionadas de la infancia, visiones sobre algo que nos resulta extraño o caótico y a lo que buscamos dotar de orden y coherencia. La representación de los niños en el arte nos revela, de manera abrumadora y extraordinaria, nuestra imposibilidad de acceder a ella, y a nuestra propia experiencia olvidada.

Curaduría:
Sofia Soto-Maffioli