Artista de extraordinaria inventiva y técnica impecable, Flora Sáenz Langlois presenta una selección de obras de más de 70 años de carrera. Su obra se desenvuelve como un recuento narrativo, fascinante y misterioso que invita a la exploración y a la interpretación. La naturaleza es su materia primaria de inspiración, y a través de las plantas, los árboles y los animales evoca viajes imaginarios cargados de misticismo.

Los motivos de sus imágenes mezclan elementos de distintos tiempos y lugares, así como referencias biográficas y fantásticas. Sus bosques son espacios habitados por seres delicados y fabulosos, que con frecuencia hacen referencia a una sensible y profunda cultura matriarcal, relacionada con la idea de la tierra, pero también con su propia historia personal.

Ella es pionera en Costa Rica del dibujo a la punta de plata, técnica antigua popularizada por grandes maestros del Renacimiento, que ella enriquece con tintas, acuarelas y acrílicos. Su práctica artística es diversa, y ha incursionado en el dibujo, la pintura, el grabado y la escultura.

Langlois, nacida Flora María Sáenz González en San José en 1926, ha desarrollado su carrera en Costa Rica y en Wiscounsin, Estados Unidos, donde se instaló en 1953. Recibió su primera instrucción artística de manos de su madre, la destacada artista Luisa González, y de su padre, el artista, artesano y empresario Adolfo Sáenz. Cursó sus estudios superiores en artes plásticas, y su maestría en educación artística en Madison y Milwaukee, donde también ejerció como profesora de dibujo, pintura y escultura. En 2010 regresó definitivamente a Costa Rica, donde continúa produciendo activamente.