
Valle Oscuro se presenta como una muestra de la producción más reciente de Adrián Arguedas Ruano. Su obra se ha caracterizado por la experimentación del grabado en madera, la pintura y el diálogo con la tridimensionalidad y performatividad de los objetos.
Desde una gran pluralidad de intereses, el trabajo del artista ha explorado las relaciones de poder, la representación de las identidades, la herencia religiosa y la cultura popular.
En esta ocasión, la exhibición busca acercarse a las tradiciones de herencia indígena y colonial, así como las manifestaciones populares y vivas de este “Valle Oscuro”, -término utilizado como denominación de la localidad de Barva de Heredia-.
Particularmente, en las mascaradas que se realizan en el mes de agosto en honor a San Bartolomé, santo patrono del cantón. Hace también un reconocimiento al trabajo manual y el oficio del “mascarero”. Paralelamente, indaga en la condición del ser humano, sus contradicciones y pulsiones. Revisa las dicotomías y la complejidad de la sociedad; los instintos de vida y muerte.
La fiesta ritual y la colectividad permiten, así como la máscara como objeto, la alteración de los roles sociales, la trangresión del orden político y religioso, y de igual manera, la resistencia cultural e identitaria, el sincretismo y la apropiación de lo global. Sin embargo, la mascarada posee también sus códigos, sus ejercicios de poder y de liberación. La convivencia del juego, la música, el baile, la persecución, el dolor y el castigo.
Valle oscuro es un lugar ceremonial, un lugar de encuentro, de reconfiguración de lo individual y lo colectivo. Es un espacio para que, procesos simbólicos y dinámicas de la memoria, coexistan y revivan. Es la hiperbolización del mundo.